Son muchos los sucesos que ocurren en la vida y para los que no tenemos explicación alguna. Una de las figuras que ha estado, por mucho tiempo, en el centro de las conjeturas es Isadora Duncan. Este personaje no es importante o mencionado por cuanto hizo en su vida, que también es de lo más destacable, sino por la forma en la que Isadora murió. Casualidad o no, la muerte de Isadora nunca ha sido del todo clara y aún son muchos los que le siguen dando vueltas a este suceso.
Isadora Duncan: bailarina y coreógrafa
En términos generales, podemos decir que Isadora Duncan fue un referente en el mundo de la danza. No solo destacaba por sus habilidades en la danza, sino que también era una destacada coreógrafa a la que acudían aquellos que buscaban arte en una fiesta, organización o evento.
La infancia de Isadora Duncan estuvo marcada por el encarcelamiento de su padre, quien fue acusado por fraude bancario. Esto hizo que Isadora no se criara en un hogar con dinero y comodidades, sino todo lo contrario.
Son embargo, esto no freno a Isadora de ir tras sus sueños. A los 10 años, dejó la escuela para dedicarse por completo al mundo de la danza. Impartía clases a los otros niños con su hermana. Su madre daba clases de piano y, con ello, salían adelante.
El éxito le llego a Isadora por el trabajo que estuvo haciendo durante muchos años. No siempre le fue simple conseguir lo que quería, pero las cosas le empezaron a ir bien. De hecho, se gano fama y su nombre era uno de los más conocidos en el mundo de la danza. Esto la llevó a viajar por muchos sitios con su trabajo y, de aquí que no muriera en San Francisco, sino que lo hiciera en Niza, Francia en el año 1927.
La muerte de Isadora: un trágico suceso
De toda la vida de Isadora, lo que más se conoce de ella y de lo que se ha hablado durante muchos años ha sido de su trágica muerte. De hecho, la muerte de Isadora no es una muerte convencional en la que podamos pensar fácilmente.
Este día, Isadora Duncan iba de viaje en el coche descapotable de uno de sus amigos en Niza. Al parecer. Isadora llevaba puesta una larga chalina que le rodeaba el cuello. Era lo suficientemente larga como para cubrirla a ella. Al ir en el coche, parece ser que la chalina larga salía por este, pues iban sin la capota del mismo. La chalina se enganchó a la llanta de la rueda y le provocó la muerte por estrangulamiento.
Esta muerte ha dado mucho de qué hablar y muchas han sido las investigaciones que se han llevado a cabo. Pero, y de aquí su misterio, nunca se ha podido saber qué es lo que pasó en realidad. Y esto no ha hecho más que contribuir al mito de esta persona. De hecho, aún hoy en día, se sigue hablando de ella y de las trágicas circunstancias que rodean su muerte.